Del Papel al Pixel: La Evolución de la toma de Decisiones Empresariales
Por: Angélica Bortfeldt
Ya lo había predicho el estudio de McKinsey en 2022, donde anticipaba la transformación en la toma de decisiones empresariales basadas en datos para el año 2025.
«En 2025, las empresas y sus colaboradores recurrirán diariamente a los datos para respaldar su trabajo, de manera que puedan enfocarse en la toma de decisiones empresariales. Dispositivos conectados que recopilan y transmiten datos e información, a menudo en tiempo real». Parecía el futuro lejano y futurista lleno de pantallas y movimientos financieros que usualmente las películas de ficción mostraban, de un lejano 2030 en producciones cinematográficas de los 90 con trajes curiosos, cielo negro y denso con autos voladores.
Pero no, fue tan solo una predicción de hace 3 años, en los cuales es una actualidad bastante específica y detallada.
Es una realidad, las empresas pueden proyectarse decididamente con el comportamiento preciso de los datos, generando mayor rentabilidad y crecimiento empresarial, además de minimizar riesgos al proteger los datos, identificar tendencias o caídas del mercado e identificar vulnerabilidades del propio sistema. De esta manera, ayuda a comprender la situación actual, entendiendo el porqué y dónde han sucedido los fallos, para así corregir con el análisis predictivo, y con ayuda del aprendizaje automático, para predecir situaciones o tendencias a futuro.
¿Por qué algunas empresas están demoradas en la adopción de tecnología para apoyar las decisiones empresariales?
El uso de la tecnología y la inteligencia artificial probablemente asuste a algunos, pero es una realidad que las empresas que no han tenido crecimiento no han tomado provecho del actual aliado y siguen teniendo dificultad en la recopilación de los datos por culpa de los procesos manuales, lo cual duplica el tiempo de trabajo, retrasando resultados.
Los mercados son fluctuantes, hay que tomar decisiones rápidamente y no dan espera, ya que el entorno es bastante volátil.
Si bien herramientas como Power BI facilitan la creación de dashboards para comprender el comportamiento y agilizar las decisiones empresariales, la calidad y confiabilidad de los datos son primordiales. Datos deficientes conducen a decisiones catastróficas. Por ello, es crucial validar la calidad de los datos y confiar en servicios de analítica robustos.
En este panorama impulsado por datos, el Business Intelligence se convierte en el motor que impulsa la toma de decisiones estratégicas. Aquellas empresas que adopten un enfoque proactivo hacia el BI, integrando análisis predictivo y aprendizaje automático, no solo sobrevivirán, sino que prosperarán en el cambiante mercado del 2025 y más allá.